Vajilla artesanal inspirada en los libros infantiles más clásicos. Los cuentos para comer en la vajilla de Oh Granny!
Hubo un tiempo de princesas antes de que aparecieran las de Disney. Estaban en nuestra cabeza y se dibujaban a medida que las palabras nos sonaban. Hubo un tiempo que vuelve para la merienda de hoy.
Hubo un tiempo en que las meriendas olían a bizcocho de limón. A taza humeante en las manos. Hubo un tiempo en que las meriendas sabían a abuelas en la cocina y a amigos tocando el timbre insistentemente para bajar a jugar. Hubo un tiempo de cuentos que se cuela nuevamente en la cocina en las vajillas de Oh Granny!
Eduardo Masías es el ilustrador detrás de estos cuentos para comer o vajilla para leer… como quieras. Para esta primavera lanza la línea Botánica inspirada en aquellos vegetales que fueron fundamentales para el desarrollo de historias como «Rapunzel», «Caperucita Roja», «Jack o «La princesa del guisante»…
Y así, la manzana de Blancanieves se convierte en la protagonista (espejito, espejito ¿cuál será la vajilla más guapa?) de una de estas 12 nuevas piezas de esta colección que también incluye el molesto guisante de la princesa que no podía dormir o la habichuela que le abrió todo un nuevo mundo al pequeño Jack.
La colección está dividida en dos estaciones, primavera e invierno. Y así se suceden, ilustración a ilustración, las historias de los Hermanos Grimm o Hans Christian Andersen, en los trazos de Masías.
Hubo un tiempo de princesas antes de que aparecieran las de Disney. Estaban en nuestra cabeza y se dibujaban a medida que las palabras nos sonaban. Las historias no estaban digeridas visualmente y apenas nos imaginábamos en el bosque acompañando a caperucita y dándole charla, tratando de que el lobo no la distrajera. Y todo lo que teníamos era la certeza de que esa historia era lo que nosotros queríamos que fueran.
Hubo un tiempo en que no pensábamos si era o no machista el beso del príncipe a Blancanieves. Porque la inocencia reinaba en las tardes que olían a limón, a regaño de abuela por las migas en la mesa, a grito ahogado al son del “¡A comeeeeeerrrrrr….!”
– Llevo mirando por una ventana 18 años, soñando cómo me sentiré cuando vea esas luces elevándose hacia el cielo, ¿Qué pasará si no es como yo lo he soñado? – Lo será. – Y si lo es, ¿qué haré después? – Tiene su parte buena. Podrás buscarte un nuevo sueño.
Rapunzel (frase de la película «Enredados», de Disney).
[…] Así pudieron ver que era una princesa de verdad, porque a través de veinte colchones y de veinte edredones había notado el guisante. Sólo una auténtica princesa podía haber tenido una piel tan delicada. […]
-Abuelita, ¡pero qué voz tan ronca tienes! – Exclamó la niña asombrada al acercarse a la cama – Y…. ¡qué orejas, abuelita! -Son…para oírte mejor – Dijo el lobo, hambriento. -¡Y qué ojos tan grandes! -Son…para verte mejor – Dijo el lobo, ansioso.
… al nacer la niña, la reina murió. Un año más tarde el rey tomó otra esposa. Era una mujer bella pero orgullosa y arrogante, y no podía soportar que nadie la superara en belleza. Tenía un espejo maravilloso y cuando se ponía frente a él, mirándose le preguntaba: ¡Espejito, espejito de mi habitación! ¿Quién es la más hermosa de esta región?…
…»Ella los tomó de la mano y se los llevó a su casa. Luego les sirvió una buena comida: leche, panqueques con azúcar, manzanas y nueces. Después les hizo dos buenas camas. Hansel y Gretel se fueron a dormir, pensando que estaban en el cielo. Pero la anciana sólo había fingido ser amable. Ella era una bruja malvada que estaba al acecho de niños perdidos.»…
…»Un día su madre le dijo: «Ven , Caperucita Roja, aquí hay un pedazo de pastel y una botella de vino, llévaselos a tu abuela, ella está enferma y débil, y esto le hará bien. Emprende tu viaje antes de que haga calor y cuando estés en el bosque camina tranquila sin salirte del camino…»
Sapos y Culebras (Hermana Mala).
Colección Comida en los Cuentos.
-No eres nada amable -repuso el hada, sin irritarse-; ¡está bien! ya que eres tan poco atenta, te otorgo el don de que a cada palabra que pronuncies, te salga de la boca una serpiente o un sapo».
Ricitos de Oro y los Tres Osos.
Colección Comida en los Cuentos.
«Érase una vez, una niña llamada Ricitos de Oro . Ella fue a dar un paseo por el bosque. Muy pronto, se encontró con una casa. Llamó a la puerta y cuando nadie respondió, entró. En la mesa de la cocina , había tres tazones de avena . Ricitos de Oro tenía hambre. Ella probó la avena del primer tazón».
Jack y las Habichuelas.
Colección Comida en los Cuentos.
… Entonces Jack se arrastró hacia la mesa, cogió las dos bolsas de dinero y aunque el perro del gigante ladró con fuerza, volvió hacia el tallo bajando por él rápidamente hasta su casa, antes de que el gigante se despertara…
Jack y las Habichuelas. Colección Comida en los Cuentos.
…»son habichuelas, pero son las habichuelas más maravillosas que jamás has conocido. Si las plantas durante la noche, a la mañana siguiente van a crecer y alcanzar el cielo. Pero para ahorrarle la molestia de ir hasta los mercados, no me importa canjearla por tu vaca aqui mismo».
– Llevo mirando por una ventana 18 años, soñando cómo me sentiré cuando vea esas luces elevándose hacia el cielo, ¿Qué pasará si no es como yo lo he soñado? – Lo será. – Y si lo es, ¿qué haré después? – Tiene su parte buena. Podrás buscarte un nuevo sueño.
Rapunzel (frase de la película «Enredados», de Disney).
Jack y las Habichuelas. Colección Comida en los Cuentos.
…»son habichuelas, pero son las habichuelas más maravillosas que jamás has conocido. Si las plantas durante la noche, a la mañana siguiente van a crecer y alcanzar el cielo. Pero para ahorrarle la molestia de ir hasta los mercados, no me importa canjearla por tu vaca aqui mismo».
Pequeños caprichos que ponen un toque de confort en nuestra rutina. Objetos de mesa o decoración que nos hacen sonreír de puro placer estético y sin los que ya no podríamos estar.
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